El territorio de Béjar fue reconquistado a mediados del siglo XII con
especial protagonismo del Concejo de Ávila en cuya Tierra quedó
integrado. La Comunidad de Villa y Tierra de Béjar fue segregada por
Alfonso VIII del vasto término jurisdiccional del Concejo de Ávila en
1209
.
Su territorio se extendía por parte de la actuales provincias de
Salamanca, Avila y Cáceres.
Como en otras
comunidades de Villa y Tierra, la señorialización de Béjar se inició durante el reinado de Alfonso X. La
política dinástica de los últimos reyes de la Casa de Borgoña, desde el
Rey sabio hasta Alfonso XI, se caracterizó por la concesión de estas
amplias uunidades jurisdiccionales de realengo a miembros de la familia
real, en calidad de infantado. La primera concesiónconocida de la Villa y Tierra de Béjar la
hizo Alfonso X a su mujer, Violante de Aragón fallecida en 1302. En 1304, en virtud de la sentencia arbitral
de Torrellas,
Fernando IV se la concedió a su tío Alfonso de la Cerda en un primer intento de compensar, con un amplio conjunto de bienes,
derechos y señoríos, su renuncia al trono de Castilla y León y poner así
fin a la guerra civil abierta por la sucesión de Alfonso X. Por un
posterior acuerdo, tomado en Agreda entre los reyes de Castilla y León,
Portugal y Aragón, se estableció que el conjunto de señoríos y derechos
cedidos al infante desheredado habrían de rentar al menos 400.000 ms.
anuales, razón por la cual a a la concesión del señorío de Béjar se
añadieron, según las crónicas de Zurita y de Diego de Valera, 5.000 ms.
sobre sus tercias.
Muy efímero fue el señorío de Alfonso de la Cerda
sobre este territorio, pues en mayo de 1312, la crónica de Fernando IV
advierte que pocos meses antes de morir, el rey estuvo ocupado tomando
Alba de Tormes
y Béjar, dos de los señoríos de la sentencia de Torrellas, y en julio
del mismo año el rey justifica la solicitud de un nuevo servicio a los
concejos y villas del arzobispado de Toledo por la "gran
costa que agora fiz en tomar et en cobrar los lugares que tien don
Alfon fijo del infant don Fernando".
Durante la mayor parte del siglo XIV perteneció al realengo con intermitentes interrupciones como infantados de los hijos de Alfonso XI y doña Leonor de Guzmán en los años treinta y cuarenta de dicho siglo. Su definitiva señorialización, como en otros casos de comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castelllana, se produjo tras la instauración de la dinastía trastámara, por concesión de Enrique II a Diego López Pacheco, en 1373, primero, por Juan I a su segunda esposa, Beatriz de Portugal, en 1384, después y finalmente de Enrique III al Justicia Mayor de Castilla, Diego López de Zúñiga, por permuta de la villa de Frías que este mismo rey le había concedido en 1394.
La Villa y Tierra de Béjar permancerá en esta casa de Zúñiga siendo elevada a rango ducal por los Reyes católicos en 1485.